Buscando una noticia
digna de comentar, no he podido evitar elegir ésta, a la cual se asemejan otras del mismo tipo, y por ello, voy
a referirla. Nos encontramos con uno de los muchos casos que pasan desde hace semanas, y de los que a la población solo nos
llega parte y que creo que nos debería hacer reflexionar a todos.
Alrededor de 40 inmigrantes, cruzando el Canal de Sicilia,
se ahogaron al caer al mar poco antes de que el grupo fuese rescatado. Según los supervivientes, el
accidente lo produjo el estallido de la lancha neumática. Giovanna di
Benedetto, portavoz de la ONG Save the Children, informa que algunos inmigrantes que llegaron
a la ciudad de Catania, en Sicilia, relataron que muchos de ellos no sabían
nadar.
Según la prensa Italiana, en el buque donde recogieron a
estos inmigrantes, había 194; 18 de ellas mujeres, 2 menores y 5 personas
fallecidas. La fiscalía del lugar quiere abrir una investigación para
esclarecer la muerte de estos inmigrantes y poder verificar el testimonio de
los supervivientes.
Sinceramente, todas estas personas son dignas de admiración.
Para ellos el día a día ha sido asumir
,peligro tras peligro y ver fallecer a seres queridos, personas que lo han
dejado todo por su familia, personas que buscan un futuro mejor y ser aceptados
por el mundo desarrollado sea cual sea su condición. ¿Sabéis algún cuanto
tiempo les supone llegar, ya no a Europa, sino al norte de África? Años y años,
años de dura supervivencia. La mayoría de estos inmigrantes suelen ser
subsaharianos y muchos de ellos carecen de documentación, por lo tanto, al no
saber las autoridades el país de procedencia o no tener convenio de extradición
con el mismo, se les permite permanecer en el continente europeo. Esto no
ocurre con Marruecos u otros países africanos con los que hay acuerdos de
extradición.
Me gustaría criticar, en general, el trato que se les da a
estas personas en muchos casos. Bien, hay muchos que se niegan a aceptar a los
inmigrantes en la sociedad y se debe a varios motivos ya sean de tipo racial o económico. En mi opinión,
creo que la sociedad no debería tolerar estos comportamientos racistas o
xenófobos a los que no encuentro lógica alguna, ¿qué sentido tiene despreciar a
alguien de diferente color?, no es solo referirme a que sean de una raza u otra,
lo que me parece absurdo, simplemente, prefiero hablar de ellas como personas
que son.
Luego hablemos de la
economía y de la actuación política ante la inmigración. Sinceramente, pienso
que muchos de los valores positivos que
una persona puede tener, se pueden tambalear, si la economía hace que se
utilice al ser humano como un objeto y no como a una persona tal cual es. ¿Por qué
poner tantas barreras a la entrada de personas si su único objetivo es vivir y trabajar en
paz? La gran mayoría de africanos viven amenazados por guerras diariamente y
¿nosotros le damos la espalda?, ¿acaso se ha esfumado nuestro sentido de la
humanidad?
En conclusión, me gustaría recalcar que mi objetivo a esta
crítica generalizada del comportamiento
humano ante estos hechos, es la de aumentar la conciencia perdida de muchos de
nosotros y así, si es posible, hacernos más sensibles ante este problema.
Comparto tu opinión Lola, la actitud de estas personas jugándose la vida es admirable, pues les ha tocado vivir una vida desgradale, sin apenas recursos para sobrevivir y no les queda otra que buscarse la vida, a veces el trato hacia estas personas deja mucho que desear, no debemos olvidar que son personas como nosotros, y que nosotros si tal vez estuviésemos en su situación haríamos lo mismo que hacen ellos sin hacer daño a nadie, buscarse los medios para poder alimentarse y vivir medianamente bien, creo que nos falta un poco de empatía en este caso.
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