martes, 20 de enero de 2015

Podemos no puede...

Sin duda la noticia que nos ha aportado un toque de humor a los españoles esta semana, ha sido la idea de cuestionar a los sevillanos la continuidad de la Semana Santa, por parte de Begoña Gutiérrez, secretaria provincial de Podemos en Sevilla, con tan solo 15 días en su cargo.

Resulta curioso pensar, que un partido político con pocos meses de formación se sienta con fuerza para poder quitar sin motivos la fiesta, tradición y razón de ser de la mayoría de los sevillanos. Si tiramos de datos históricos, la Semana Santa de Sevilla goza de más de cinco siglos de antigüedad, ya que se constituyó tal y como la conocemos hoy en el año 1604, aunque ya existían las primeras hermandades en torno al 1340.

La sucesión de estos siglos, supone que la Semana Santa haya tenido que pasar por Epidemias, Pestes, Guerras, Revoluciones y crisis económicas. Sin duda, si en algún momento se ha visto en peligro dicha fiesta, ha sido en el siglo XVII, ya que debido a las epidemias, se llegó a perder un 50% de la población sevillana; en la ilustración, que supuso algunos cambios, modificados personalmente por Carlos III, y por último, la segunda república y la Guerra Civil, con las que se perdieron numerosas imágenes, documentos , enseres, y muchas hermandades no realizaron estación de penitencia, aunque cabe destacar el caso de la hermandad de La Estrella, que fue la única en salir en el año 1932 (de ahí su apodo de “La Valiente”), llegando a sufrir intentos de disparos en varias calles.

Si tiramos de datos actuales, las hermandades realizan numerosas obras de caridad, aportando cuatro millones y medio de euros al año, siendo beneficiadas más de 28.249 familias dentro de la ciudad. Además, genera numerosos puestos de empleo, ofreciendo importantes beneficios económicos a bares, restaurantes, comercios, hoteles, talleres artesanales…

Con esto quiero dar a entender, que Sevilla y la Semana Santa van de la mano y son inseparables, ya que es conocida mundialmente y siempre han permanecido unidas en el transcurrir de los siglos. Cuestionarla sería lo mismo que ofrecer un referéndum para ver si los sevillanos preferimos la torre Pelli antes que La Giralda, es decir, una auténtica aberración.

Enlace permanente de imagen incrustadaQuitar la Semana Santa sería quitar la vida social de muchas personas, el punto de encuentro y ocupación de muchos jóvenes, ya que en ella participan personas de todos los niveles y grupos sociales, y de todas las posturas políticas.

¿Quién ayudaría a estas familias que reciben ayuda de las hermandades? ¿Serían los militantes de Podemos los que sacrificasen parte de su salario voluntariamente para ayudar a los más desfavorecidos? ¿Quién pagará a los comercios y otros establecimientos el beneficio que logran en esta semana? ¿Quién dará trabajo a los orfebres, doradores, tallistas, escultores…? ¿Dónde está la libertad ideológica, religiosa y de culto? Me limito a responder que Podemos no puede.

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