La lección de Nadia
La siguiente noticia,
escrita por Enric González y publicada en el periódico virtual El Mundo nos informa de cómo la prensa
es capaz de transformar lo que en realidad ocurre, en un relato coherente y
atractivo. No mintiendo, pero si interpretando las cosas de otra manera.
Esto, lo ejemplifica a través de la que era la pequeña
deportista Nadia Comaneci. Nadia había fascinado, seducido y enamorado al
planeta entero con su exhibición en Montreal'76. Una niña rumana, de aspecto
frágil y casi etéreo, apareció casi de la nada (aunque ya era campeona de
Europa: la nada periodística es muy relativa) y consiguió lo que nunca antes
había conseguido nadie: el ejercicio perfecto, una puntuación de 10, algo que
ni los sistemas informáticos de los Juegos tenían previsto. Fue un éxito bellísimo.
Repasar las imágenes de Nadia volando sobre las asimétricas y la barra sigue
causando emoción. La pequeña Nadia se erigió en el ser supremo del deporte y en
objeto de adoración.
El 23 de Julio de 1980, Nadia cayó al suelo en su
primer ejercicio, viendo así los cronistas satisfechas sus previsiones. Al
siguiente día la veían como juguete roto, o eso decían las televisiones y
periódicos, la caída había supuesto su final.
Sin embargo, Nadia consiguió un 10 en barras aritméticas
y barras de equilibrio. En materia de equilibrios, la prensa aspiró al 11 tras
la hazaña de la rumana: sí, seguía siendo la mejor, pero se le notaba una
cierta tristeza en la mirada, notaba próximo el final, daba los últimos
coletazos, etcétera. Había que disimular como fuera la metedura de pata.
Tras leer esta noticia podemos ver que la prensa
informa 10 y opina 90. Es un ejemplo más de la capacidad de manipulación que esta
tiene sobre nosotros. En mi opinión hace falta mucha gente como Nadia que sea
capaz de callarla, demostrando lo que realmente vale cada uno y dejando las
influencias a un lado, y más en este tipo de deportes en el que se necesita un
gran esfuerzo y constancia y en el que a la mínima te dicen que has dejado de
vale.
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